Dos burros y dos comidas

Hace mucho tiempo,en un pueblecito a los alrededores de Pamplona, dos burros atados por una cuerda tenían un problema que era llegar hasta sus comidas, que estaban en dos lugares diferentes y alejados el uno del otro.

Los dos burros pensaban y pensaban como llegar a sus comidas,pero nada,ni una idea que les pudiera ayudar con ese problema. Enfadados y frustrados cada vez más, empezaron a tirar de la cuerda cada uno de un extremo, pero nada , ni se rompía , ni les dejaba respirar ni les dejaba llegar a sus comidas. Tiraron más fuerte de la cuerda y, aún así seguían igual. Luego se cansaron y se acercaron el uno al otro para poder pensar juntos. Se dieron cuenta de que tirando no iban a conseguir nada y que igual se podían matar aorcados por la cuerda. Entonces se les ocurrió una idea:que fueran a uno de los extremos para que juntos se comieran esa comida y lo mismo con el otro extremo.

Así llegando hasta ese punto recordaron lo que les decía su tatarabuelo: Antes de cometer estupideces pensad los dos juntos.
Así fue como los dos burros pudieron comer tranquilos,sin enfadarse y sin hacer fuerza.

La magia de la Navidad

Había una vez un niño muy pobre, al que le gustaba mucho la Navidad. Tenía cinco años y viví en una casa abandonada a las afueras de California. El niño era huérfano, y su mayor deseo era una nueva familia que le quisiera y le proporcionara un hogar.

Una tarde, el niño cogió un papel y un boli y empezó a escribir una carta para Papá Noel. La carta decía lo siguiente:
“Querido Papá Noel:El año pasado ha muerto toda mi familia, y para esta Navidad quiero encontrar otra familia para ser feliz. Te quiero mucho.”

Cuando acabó de escribir, dejó la carta al lado de la puerta y se fue a dormir. A la mañana siguiente la carta había desaparecido, y pensó en cuánto anhelaba que su deseo se cumpliera.

El día de Nochebuena nuestro amigo ya creía que su deseo no se haría realidad, y que al menos le haría feliz recibir un pequeño regalo por pequeño que fuera. Al caer la noche se acostó a dormir tapado por unos cartones.

Al despertar no daba crédito a lo que veían sus ojos. Estaba acostado en una cama dentro de una habitación llena de juguetes. Se levantó y bajó las escaleras de la casa. En el salón se encontraba reunida una familia alrededor de un árbol de Navidad lleno de regalos. La magia de la Navidad había hecho realidad todos sus deseos.